El equipo de Xavi aplastó por 0-3 a un Sevilla

Con el Sevilla produciendo, pero sin matar, al Barça sólo le quedaba robar y correr. Y para robar, Gavi se sobra y para correr, pocos como Dembélé o Raphinha.

Esta fue la fórmula que utilizó el Barça para golpear al Sevilla. Gavi ejerció de perro de presa en la presión, habilitó la carrera de Ousmane que asistió a Lewandowski, quien superó a Bono con un sutil toque que Fernando salvó en la linea de gol, pero la dejó franca para que Raphinha fusilara de cabeza.

El Barça, sin control, había sacado petróleo de las carreras y el Sevilla notó el miedo en el cuerpo. Los locales entendieron que un partido de ida y vuelta era un suicidio y mientras decidían lo que hacer, Koundé sirvió un balón a Lewandowski, que es un delantero que parece capaz de desmarcarse en un pasillo de once defensas, que tras controlar con el pecho anotó el segundo.

El Barça pudo cerrar el partido en el último minuto de la primera parte, pero Dembélé volvió a hacer la del día del Liverpool y tras una carrera espectacular no se la quiso dar al polaco y falló una de esas ocasiones que dividen a la afición: unos se acuerdan de su padre y los otros de su madre.

Pero el Barça no dio opción a que el fallo del francés influyera en el curso del partido. Koundé cazó un centro de Raphinha para dejar el gol en bandeja a Eric. Segunda asistencia del francés en su retorno al Pizjuán.

El defensa catalán tuvo que retirarse con molestias antes de que Xavi ya empezara a pensar en la Champions y entraron De Jong, Ferran y Alba. En el Sevilla, Dolberg debutaba entrando por En-Nesyri. Una decisión que encendió los ánimos de una grada cada vez más descontenta con un equipo que tras cuatro jornadas sigue con un punto mientras el Barça galopa. El día que también piense dará que hablar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *